Nacida para contar Historias
Lo último que te contaron fue una venta segura

Lo que nos define como especie y lo que ha garantizado nuestra evolución ha sido la comunicación y para demostrarlo contamos con una herramienta fundacional: contar historias.
Desde tiempos inmemoriales la música ha sido el crooner de una época, el reflejo de sus alegrías y frustraciones, el relato in-situ de muchas de las experiencias vitales de nuestra sociedad en momentos de cambio y renovación. En este último capítulo tomo el ejemplo del rock como gran storyteller de la cultura contemporánea.
We-Will-We-Will… Rock You!
Si ahora mismo quisieras recordar algún famoso spot publicitario; los detalles, la iluminación, el orden de las escenas, incluso los diálogos podrían confundirse en tu mente. Pero en cambio, un estribillo o una melodía de fondo se han quedado en tu memoria para siempre. Si ese recuerdo viene del mundo del rock probablemente te habrás quedado con algún slogan.
“Just Do it”, “Think Different”, “I’m Loving it”, parecen títulos de canciones y no es pura coincidencia.
El rock ha usado y abusado de slogans que se han convertido en mantras generacionales, apelando a instintos elementales. Las marcas en el top of mind de los consumidores han establecido sus propios slogans con el desenfado que viene del rock.
La Música del Lenguaje
La comunicación memorable exige brevedad, sonoridad y musicalidad. Las frases que una marca pretende que resuenen en las cabezas de su audiencia van por ese camino.
Una parte de los mensajes en las canciones más populares del rock, no tienen reparos en servirse del lenguaje nuevo y modificado que va evolucionando con la sociedad, transformando un slang en una terminología de uso público.
De la misma manera, las campañas de publicidad más reconocidas juegan con el lenguaje, estando muy atentos a lo que se dice en la calle, trasladando la sonoridad e ingenio popular a un mensaje que suena mucho más cercano que una redacción puramente corporativa.
Las letras que aparecen en el rock también se han tomado sus licencias para jugar con las leyes ortográficas, adoptar barbarismos en diferentes contextos o incluso crear nuevas palabras. Es una aproximación mucho más arriesgada pero también las marcas más osadas han apostado por diferenciarse a través de estas prácticas, cambiando la forma de decir las cosas para hacerse únicos.

El premiado spot “Gorilla" en Cannes Lions 2008, es un ejemplo curioso de como lograr un “relato de emociones" sin referencias directas, además de incluir todos los elementos para hacer memorable una marca. Seguramente tú también recuerdas esa canción 😄
Imagine There's No Brands
Finalmente queda la vertiente más artística del relato en el rock ya sea por formato o por tono del lenguaje. Como formato, los álbumes conceptuales de rock son ejercicios de narrativa, teatralidad y diferenciación, que incluyen una aproximación que parece ajena a lo que tienen acostumbrados a sus fans.
Ese esfuerzo apunta a hacer exclusivo el relato, único y permanente en el imaginario colectivo. Ultimamente hemos visto como las marcas más importantes han desarrollado campañas que incluyen distintas historias en cualquier medio disponible, sin que a primera vista sepamos que una marca está detrás, pero sin embargo resulta más interesante que un simple anuncio, porque aporta narrativa, teatralidad y diferenciación.
Por el lado del tono del lenguaje, podemos reconocer la letra de himnos atemporales del rock, ya sea por su valor poético, por su narrativa sublime, su desenfado o su curiosa pero acertada selección de palabras.
En este complejo pero enriquecedor desafío se han aventurado muchas compañías y/o sus agencias de comunicación para lograr ese podio de excelencia, transmitir un mensaje memorable, con la imaginación que apela a la belleza humana que se encuentra en la forma que explicamos una idea y que logra emocionarnos, estremecernos, tal y como lo ha hecho esa canción que tanto te gusta.
Encore
En estos 3 capítulos he intentado hacer visible, cómo, un fenómeno cultural que nos parece tan cercano y familiar como el rock es en si mismo un ejercicio de branding, customer experience y storytelling.
Desde una perspectiva académica puede parecer cuestionable el simplificar mecanismos tan complejos inmersos en la comunicación, pero es (en mi opinión) precisamente este ejercicio, de explicar mediante analogías, lo que nos acerca un poco más rápido a las buenas prácticas y/o a la comprensión de algo que parece oculto en su sofisticación, pero que al fin y al cabo es simplemente experiencia humana.
Este artículo fue parte de una serie en 3 capítulos, originalmente publicados en 2017 para We Are Elmer